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Estar frente a un diagnóstico como la dislexia nos suele llenar de inseguridad, miedos, incógnitas y un panorama lleno de incertidumbre ya que desconocemos de la condición y no sabemos cómo afrontarla. Ejercer de padres en estos tiempos se ha convertido en un reto y desconocer de herramientas para ayudar a tu hijo se traduce en todo un desafío.
Este curso está ideado bajo mi propia experiencia personal como paciente con Dislexia y Déficit de atención. Te voy a ofrecer todas las herramientas que recibí para superar mi dislexia y todas las técnicas que he aprendido a lo largo de mi profesión, técnicas que me han ayudado a convertirme en la persona que soy hoy en día, una escritora y educadora motivada a ayudar a otros con la misma condición.
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No necesitas materiales ni conocimientos previos, pero si es aconsejable que tengas un diagnóstico realizado por un psicólogo clínico para descartar otro tipo de condicion, sin embargo, tampoco es indispensable. La modalidad del curso es a distancia y está planteado para que puedas consumirlo según tu tiempo ya que entendemos que un niño con dificultades de aprendizaje consume más tiempo de lo habitual aparte de las tareas cotidianas.
Te voy a enseñar que se puede salir adelante con herramientas y técnicas adaptadas a las necesidades de tu hijo con Dislexia.
Todos los cursos incluyen una videollamada de 30 minutos conmigo para que puedas plantearme tus dudas y problemas específicos. El curso tiene información general sobre lo que te afecta, pero mi objetivo es poder ayudarte con tus problemas concretos.
Cuando nos damos cuenta que el sistema educativo está muy mal planteado se nos quita un peso de encima, y es que la educación actual es capaz de enseñarnos a Pitágoras, Sócrates, o como quitar la Y de un problema pero es incapaz de enseñarnos a preparar un CV, hacer una declaración de impuestos sobre la renta o enseñarnos estrategias para presentarnos a una entrevista laboral. En lugar de fomentar la salud emocional de nuestros hijos e intentar desarrollar un modelo educativo que potencie sus habilidades, se los encasilla y juzga.
Por eso, para empezar, debemos redefinir lo que siempre se nos ha dicho que es un problema (y no lo es).